El deportista nacional se impuso en los 100 metros espalda S2 tras completar la prueba con un tiempo de 2’00″40. Es la segunda presea dorada tras la conseguida por Cristián Valenzuela en Londres 2012.
Llegó la primera medalla de oro para Chile en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. El nadador Alberto Abarza se quedó con la presea dorada tras imponerse en los 100 metros espalda de la categoría S2 de la especialidad.
El chileno arrancó la prueba de buena forma y disputó el primer puesto metro a metro con el brasileño Gabriel Dos Santos, quien al final de los primeros 50 metros se había puesto en el primer lugar.
Luego, con un buen remate de Abarza, el nadador nacional consiguió sacar la ventaja necesaria y acabó completando la carrera en el primer lugar con un tiempo de 2′00″40, asegurando la medalla de oro.
La plata quedó en manos del brasileño Dos Santos quien acabó 2″07 por detrás de Abarza (2′02″47). El podio lo completó el representante del Comité Paralímpico Ruso Vladimir Danilenko tras completar la distancia en 2′02″74.
Con este resultado el chileno consiguió sostener su rendimiento que lo posicionó en 2019 con la medalla de plata en los 200 metros libres y el bronce en los 100 metros espalda del Campeonato Mundial de Londres 2019, además de las tres medallas de oro que se colgó en los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019.
Esta es la segunda medalla de oro para Chile en unos Juegos Paraolímpicos tras la conseguida por el atleta Cristián Valenzuela en los 5.000 metros en Londres 2012.
Ahora el chileno tendrá la oportunidad buscar otras dos medallas para el Team Parachile en los 50 metros espalda S2 y en los 200 metros libres S2.
“Los sueños están para cumplirse”
Tras la competencia, Abarza tomó la palabra para referirse sobre la competencia. “Me siento viviendo un sueño que partió cuando tenía dos años cuando ingresé a la piscina de la Teletón. Coronarlo así con el apoyo de todo Chile, de mi familia… Estoy muy feliz”, comentó en diálogo con el Comité Paralímpico de Chile.
“Es un camino largo de muchos años. No es llegar y estar en unos juegos. Es mucho sacrificio, todos los días a las cinco de la mañana meterse al agua helada, pero valió la pena y eso es lo más lindo que rescato de esto”, expresó.
“Lo que le digo a todos es que los sueños están para cumplirse. Con trabajo se puede lograr cualquier cosa, hasta lo imposible. Es proponérselo. Nada es imposible”, cerró.