A menudo, buscamos muchísimas excusas para no ir a entrenar. Sabemos que hay muchos factores que a veces nos impide ponernos la ropa para ir a hacer deporte. El cansancio, el estrés, el frío, la lluvia, el calor, la comodidad de la cama. Después de todo, no es que vayamos a correr un maratón todos los días ni a prepararnos físicamente para una competición espartana. Puede que algunos sí que entrenen realmente duro, pero la mayoría de nosotros no planeamos más que unos 20-50 minutos de entrenamiento, algunos días a la semana.
Así que llegó la hora de liberarse de esos pensamientos negativos y empezar a sudar la polera.
Te dejamos 7 consejos para motivarte. ¡Comencemos!
✔️ Ponte la ropa deportiva.
No lo pienses, sólo vístete. Si te pones la ropa de entrenar no vas a ir directamente al sofá. Busca ropa que te guste y te siente bien y así te sentirás genial cuando la lleves puesta. Colores vibrantes o un negro sobrio, ¡lo que prefieras!
✔️ Escribe cómo te sientes después de entrenar.
Escribe un diario con cómo te sientes después de haber entrenado, así el día que no te apetezca hacer ejercicio recordarás esa sensación de energía que sueles tener cuando entrenas.
Normalmente queremos saltarnos un entrenamiento porque estamos cansados, sin energía o porque tenemos demasiadas cosas que hacer. Pero cuando has terminado, eres toda una masa de endorfinas. ¡Seguramente acabes escribiendo algo como que te sientes genial, con mucha fuerza y energía!
✔️ Varia la actividad diaria.
No hagas siempre el mismo entrenamiento. ¡Incluye variedad! Puedes ir a correr, salir en bici, hacer un entrenamiento con el propio peso recuerda que ¡en la variedad está el gusto!
✔️ Apunta tus entrenamientos en el calendario.
¡Planear las cosas de antemano ayuda mucho! Marca los días de entrenamiento en el calendario para que te resulte más difícil inventar excusas.
✔️ Rodéate de motivación.
Comparte con gente que te haga sentir capaz de alcanzar tus metas. También puedes escribir tus objetivos y tus frases motivacionales favoritas en un sitio donde las puedas ver a menudo. ¡Trabaja en crear un ambiente motivador para no olvidarlo cuando estés desmotivado!
✔️ Todo es más fácil en grupo.
¡Entrenar en grupo hace que todo sea mejor! Considéralo un plan con amigos, te resultará más divertido y motivador.
✔️ Deja de comer mal.
Comer alimentos procesados o altos en azúcares te hace perder energía. Estos alimentos te hacen sentir cansado, perezoso, desmotivado y de mal humor. Además no conseguirás alcanzar tus metas si entrenas pero descuidas la nutrición. Sigue una dieta equilibrada que incluya mucha fruta y verdura y tenga en cuenta los macronutrientes (proteína, carbohidratos y grasa).
Cada día es diferente: a veces sentirás muchísima energía y motivación, y estarás con ganas de darlo todo. Otros días, en cambio, no habrá quien te mueva del sofá: ¡es normal que no siempre te apetezca entrenar! No olvides que se trata de encontrar el equilibrio entre la recuperación y el ejercicio, y recuerda por qué quieres entrenar. Ten presentes tus objetivos y entrena tu motivación al igual que tus músculos: ¡puedes hacerlo!