Si antes era una opción, hoy en día es fundamental para el desarrollo de las organizaciones contar con un Plan de Calidad de Vida.
En pleno siglo veintiuno el papel que cumplen las empresas dentro de la sociedad ha generado variadas discusiones. Un tema que la mayoría comparte es sobre el deber de las organizaciones de cuidar la salud física y mental de sus colaboradores.
Gran parte de la fuerza laboral pasa bastantes horas en su lugar de trabajo. Por eso, la creación de espacios y condiciones amigables es fundamental para mantener altos niveles de satisfacción. Los Programas de Bienestar o Planes de Calidad de Vida se han transformado así en una alternativa para ello; estos ayudan a disminuir los niveles de ausencias, rotación laboral e incluso a atraer nuevos talentos.
La premisa es simple: personas saludables y organizaciones saludables van de la mano. Esa fue unas de las tesis comprobadas por la empresa Fitbit tras una encuesta realizada a 200 directores de medianas empresas de Estados Unidos. Las respuestas de los ejecutivos son bastante claras. Por ejemplo, un 80% de los encuestados señaló que los programas de bienestar son muy importantes para reducir el estrés en el trabajo, incluso más que los eventos sociales.
Algunos de los cambios que permiten en las organizaciones son:
1. Empresas que fidelizan a sus colaboradores con el objetivo de mejorar sus experiencias en el trabajo. Cada vez se invierte más en capacitación, en la mejora del espacio laboral y se entregan más recompensas.
2. Aumento sostenido de trabajadores por medio tiempo o de forma remota.
3. Mayor atención en la cultura y valores corporativos para bajar la tasa de rotación de empleados.
4. Atracción de talentos, reducción de ausencias y de estrés laboral.