El Pádel es un deporte que en sí engancha, posiblemente por eso y otros factores vemos que el pádel esta de moda y cada vez se juega más. ¡Es un vicio! Pero.. ¿por qué?
Hace unos meses salíamos de cuarentena y el primer día de Fase 2 de diez comunas de la Región Metropolitana reaccionaban inmediatamente: cientos de aficionados colapsaron los portales de reserva hasta que no quedó nada disponible, incluso ya en estos días es difícil buscar disponibilidad de canchas donde necesitas reservar con antelación para no quedarte fuera.
El furor por el “deporte de moda”, como lo llaman quienes lo practican regularmente, se potenció con la pandemia, especialmente porque otras actividades, como el fútbol o básquetbol, tienen contacto físico y una mayor posibilidad de contagio. Las razones de la popularidad, dicen quienes lo practican, muchas: potencia la actividad física, permite pequeñas reuniones sociales y no requiere un estado físico excepcional. Además, “se aprende rápido”, señala Fabián Parolin, presidente de la Federación Nacional de Pádel en Chile.
Esta tendencia, que se expandió hace poco más de diez años, estuvo dominada principalmente por hombres. Sin embargo, en los últimos 12 meses la realidad ha cambiado: cada vez se ven más mujeres organizando torneos. “El incremento es de un 200% en la participación femenina”, complementa Parolin, quien también es vicepresidente de la Federación Internacional de Pádel.
“Antes me tocaba jugar campeonatos contra hombres por falta de mujeres, pero cuando iba a entrenar siempre veía a grupos de amigas jugando para pasarlo bien”, recuerda Alejandra Guillier. Eso la motivó, en medio de la pandemia, a fundar con su hermana Sofía el primer circuito de pádel 100% femenino en Chile. Lo llamaron Wonder Pádel y hoy organizan torneos, eventos y charlas con psicólogos deportivos y kinesiólogos para fomentar esta actividad. Actualmente tienen una red de cientos de jugadoras, cinco categorías y decenas de sponsors.
“En paralelo a los torneos y las charlas, las jugadoras se conocen entre ellas y se juntan para jugar partidos amistosos. Ha sido un punto de encuentro, porque se han hecho amigas por el deporte”, afirma Sofía Guillier.
Otro factor que entregan las mujeres tiene que ver con las características de la actividad. “No es un deporte de fuerza, sino de técnica y precisión. La clave del juego está en saber dónde posicionar la pelota más allá de pegarle fuerte y correr rápido”, dice Mercedes Bachelet, una aficionada que está por abrir un nuevo club de pádel en Peñalolén.
El inventor improbable
En 1969 el mexicano Enrique Corcuera instaló una pared de tres metros frente al frontón de su casa en Acapulco. Luego agregó una red en medio de ambas murallas y a los costados levantó cuatro muros. Fue así como, sin quererlo, se convirtió en el inventor del pádel, un deporte que -décadas después- inundó Sudamérica. A finales de los años ’90 Chile era uno de los líderes de esta industria, pero una crisis económica en Argentina (el mayor exponente mundial) durante el gobierno de Carlos Menem afectó gravemente la expansión de este deporte en la región, generando más de diez años de sequía.
Eso fue hasta que en 2010 Fabián Parolin decidió cambiar las cosas. Fundó la Federación Nacional de Pádel Chile y protagonizó el renacer de esta actividad en suelo nacional. Con los años la industria se reactivó. “En 2019 todo explotó por las redes sociales y se volvió muy de moda”, cuenta. Y la razón del éxito, recuerda, es que a diferencia de su hermano mayor -el tenis-, el pádel permite socializar.
“No es todo competencia. También está la parte de pasar un buen rato. Las jugadoras al terminar los partidos se quedan para tomar una cerveza y siempre se apoyan”, cuenta Alejandra Guillier. Eso sí, entrega un matiz: lo que empezó como algo recreativo se está empezando a profesionalizar. De hecho, decenas de chilenos participaron del Sudamericano en Paraguay que se realizó en marzo. La comitiva nacional alcanzó el segundo lugar del certamen.
“Es muy entretenido que sea recreativo, pero también es un deporte que tiene competencia. Hay un grupo que se lo está tomando cada vez más en serio, practicando constantemente para clasificar a torneos internacionales”, complementa Alejandra.
¿Qué necesitas para empezar a jugar?
Si bien es un deporte simple y fácil de aprender, es muy importante conocer las tres claves antes de empezar a jugar.
- Pala: Para partir debes escoger una que no sea muy pesada ni muy liviana (360 gr es lo recomendable). Se pueden encontrar desde los $ 25.000 y los precios ascienden a los $ 300 mil.
- Accesorios: La recomendación es no gastar mucho en zapatillas y accesorios cuando estés empezando. Una vez que ganes experiencia puedes comprar ítems específicos.
- Compañeros: Es lo más importante, ya que sin ellos, no podrás jugar. Convence a tres amigos cercanos y arrienda una cancha (si encuentras).
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