La flexibilidad es la capacidad que tienen nuestras fibras para estirarse ante un movimiento. La amplitud del movimiento de una articulación, no sólo depende de la elasticidad de las fibras, pero es uno de los factores que puede influir más negativamente.
Con la edad, las fibras pierden colágeno y se vuelven más rígidas. El sedentarismo también influye negativamente en la movilidad de las articulaciones. En principio las mujeres tienen algo más de flexibilidad, ya que su cuerpo está preparado para el embarazo y el parto, pero con la edad, la pérdida de elasticidad se iguala a los hombres.
Sin embargo, un entrenamiento continuo con ejercicios de flexibilidad que fortalezcan y mejoren la elongación de las fibras, acompañado con una alimentación adecuada, puede conseguir que mejores la flexibilidad muscular y que realices movimientos articulares de mayor amplitud y sin riego de contracturas o fisuras.
La flexibilidad es útil para no salir lesionados. Esto no solo se aplica a deportistas, ya que cualquier persona puede salir dañada si realiza un mal movimiento o estira demasiado un músculo tenso. Con el avance de la edad la flexibilidad se va perdiendo y si queremos mantenernos vitales es necesario realizar ejercicios para que no se nos hagan difíciles tareas básicas.
Tipos de flexibilidad.
Para entrenar la flexibilidad de tu cuerpo te puede basar en:
✅ Flexibilidad estática. La persona realiza un estiramiento de músculos y tendones por sí mismo sin movimiento, en posición fija. Cada elongación debe durar al menos 20 segundos.
✅ Flexibilidad dinámica. Son ejercicios en movimiento que precisan de un número mínimo de repeticiones y que van incrementando la fuerza y la intensidad. Se llama también flexibilidad activa.
✅ Flexibilidad pasiva o asistida, que se utiliza en recuperación tras cirugías o parálisis, de forma que una persona o máquina sea la que imprima la fuerza desde fuera.
Consideraciones para mejorar nuestra flexibilidad.
✅ Siempre realiza un calentamiento antes de elongar: El tiempo recomendado es alrededor de 20 minutos. De esta forma los músculos no se encuentran fríos ni tensos, lo que asegura sacar el máximo provecho a las sesiones de elongación.
✅ Flexiona luego de un entrenamiento fuerte.
✅ Realiza una elongación dinámica como:
🔸 Ejercicios tipo oruga: comenzando desde una posición de flexión de brazos, camina lentamente hasta que tus pies estén tan cerca de las manos como sea posible.
🔸 Balanceo de piernas: afirmándote contra la pared, balancea la pierna del lado externo como si fuera el péndulo de un reloj. Aumenta la altura del balanceo con cada regreso.
🔸 Estocadas: Camina y baja la rodilla con cada paso.
✅ Realiza elongaciones estáticas:
🔸 Elongación de isquiotibiales: siéntate y extiende las piernas separadas. Inclínate hacia adelante para tocar un pie a la vez con las puntas de tus dedos.
🔸 Estiramiento en mariposa: Siéntate en el suelo. Dobla ambos tobillos hacia la entrepierna. Presionar las rodillas contra el suelo para aumentar la elongación.
🔸 Estiramiento de hombros: Cruza el codo frente a tu cuerpo, hacia el lado del hombro opuesto, presionándolo contra el brazo a medida que lo haces.
✅ También sirve como complemento realizar yoga y Pilates
Una adecuada flexibilidad, ayuda a realizar con mayor facilidad todo tipo de movimientos. Cuanto más practiques y ejercites más quedará demostrado. La recomendación es realizar ejercicios periódicos para prevenir lesiones y mejorar nuestro estilo de movimiento.