Muchos de nosotros queremos saber cómo conseguir un mejor descanso. Para eso es importante que sepamos que debemos establecer una buen rutina que nos ayude a conciliar el sueño fácilmente.
Cuando se nos hace difícil dormir tendemos a acostumbrarnos a tener una mala calidad del sueño y si no prestamos atención a esto tendremos problemas, ya que nuestro cuerpo no está teniendo el descanso necesario para recargar sus energías.
El dormir bien otorga grandes beneficios para nuestro organismo como:
✔️ Estabiliza la presión arterial del cuerpo.
✔️ Aumenta el rendimiento y la creatividad..
✔️ La memoria mejora cuando se está bien descansado.
✔️ La calidad de vida es mejor.
✔️ Estamos más atentos y alerta en cualquier situación.
✔️ Disminuye la ansiedad y el estrés.
La calidad del sueño es mucho más importante que la cantidad de horas, sobre todo en lo que a sentirse descansado se refiere. Establecer unas pautas o rutinas diarias ayudará a conseguir mejorar la calidad de su sueño diario. Pero ¿cómo establecemos esas rutinas? Establecer hábitos antes de ir a la cama es esencial para que el cuerpo y la mente se prepare para el sueño. Hay personas que tienen una gran facilidad para conciliar el sueño de forma inmediata, nada más tocar la almohada. Sin embargo, el día a día, el estrés, los hábitos personales, etc; son un gran condicionante a la hora de dormirnos.
Lo primero que se debe hacer es concientizar de que si se empieza una rutina hay que seguirla y mantenerla a diario para que sea efectivo. Esto es un proceso para favorecer el descanso y si no se toma en serio la falta de sueño puede acarrear serios problemas para la salud. Por ello, si quieres conseguir el mejor descanso debes ser constante en el proceso.
Para conseguir una buena calidad del sueño necesitamos establecer también una rutina para dormir la cantidad de horas necesarias. Por eso te dejamos unos consejos para que los coloques en práctica.
✔️ Intenta dormir y levantarte siempre a las mismas horas.
Esto incluye también a los fines de semana. Establecer una rutina y un horario de sueño es fundamental para asegurar que se descansa las horas aconsejables para rendir en el día a día.
✔️ Haz lo mismo siempre antes de ir a dormir
Seguir una rutina diaria ayuda a que el cuerpo de forma mecánica reconozca y anticipe el siguiente paso previo a dormir. Un ejemplo: leer 30 minutos, beber agua, lavarse los dientes, ponerse el pijama y acostarse. Repitiendo este proceso a diario hace que el cerebro y el cuerpo sepa que viene a continuación y de esta forma se va preparando para el descanso, lo que favorecerá la conciliación del sueño más rápidamente.
✔️ Haz ejercicio
Realizar algún tipo de actividad física a diario ayuda a dormir mejor, que el cuerpo se relaje, descanse y sobre todo a conciliar el sueño. No hace falta realizar ejercicios muy fuertes o potentes que cansen en exceso el cuerpo. Con realizar pequeñas actividades como pasear es suficiente para que el cuerpo se mantenga activo y funcione mejor.
✔️ Ejercicios de concentración.
Dedica un tiempo antes de ir a dormir a relajarse es una buena práctica para conseguir dormir. Ejercicios de concentración, memorización, atención o meditación, son algunos ejemplos.
✔️ Cuidado con lo que comes.
No ingerir alimentos pesados para la cena. Optar por tomar cosas ligeras que no interrumpan nuestro sueño reparador. Se debe cenar o consumir el último alimento al menos dos horas antes de dormir.
✔️ Higiene y temperatura
Una correcta higiene del sueño es importante para conseguir dormir adecuadamente. Limpiar la ropa de cama cada cierto tiempo, airear la habitación a diario y no tener temperaturas extremas es importante para mejorar la forma en la que dormimos. Una buena temperatura no debe ser ni muy fría ni muy cálida.
✔️ Periodo de inactividad
Mantener un periodo de inactividad y relajación ayuda a que el cuerpo se prepare para la fase de sueño y descanso. La televisión, el computador o los dispositivos portátiles no deben usarse minutos antes de dormir.
Dormir bien es tan esencial y positivo para el organismo como llevar una buena alimentación o practicar actividad física regularmente. Un sueño reponedor permite cumplir de mejor forma con las exigencias diarias, pero también ayuda a controlar el estrés y a mantener un estado de ánimo equilibrado.